- La responsabilidad es de la empresa, por no ofrecerme un sueldo digno y apropiado para un padre de familia -dijo John-.
- Pero, ¿lo has denunciado? -preguntó Daniel-.
- No, aún no. Pero me dan ganas -dijo John, cogiendo el vaso de espumosa cerveza-.
- Es que no es justo. Llevo en la misma situación unos meses, pero como nunca he tenido la iniciativa de decirlo a nadie...solo a mi familia y a mi jefe, claro -dijo John-. Tú sabes que mi familia y yo no somos personas de andar denunciando por ahí...
- Y tu jefe, ¿qué te dice? -preguntó Daniel-.
- Nunca descubro nada nuevo en él. No es persona de regalar nada. Cuando le pregunto algo, siempre me contesta balbuceando palabras; sin ninguna novedad. Es desesperante -dijo John-.
- Amigo, mi consejo es que sigas insistiendo un poco más y si no obtienes nada, deja el trabajo. No se puede trabajar en esas condiciones -dijo Daniel-.
- Seguro que encontraré algo mejor.
Teresa Ribello.
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