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domingo, 28 de abril de 2024

Sueldo justo

 - La responsabilidad es de la empresa, por no ofrecerme un sueldo digno y apropiado para un padre de familia -dijo John-.

- Pero, ¿lo has denunciado? -preguntó Daniel-.


- No, aún no. Pero me dan ganas -dijo John, cogiendo el vaso de espumosa cerveza-.

- Es que no es justo. Llevo en la misma situación unos meses, pero como nunca he tenido la iniciativa de decirlo a nadie...solo a mi familia y a mi jefe, claro -dijo John-. Tú sabes que mi familia y yo no somos personas de andar denunciando por ahí...

- Y tu jefe, ¿qué te dice? -preguntó Daniel-.

- Nunca descubro nada nuevo en él. No es persona de regalar nada. Cuando le pregunto algo, siempre me contesta balbuceando palabras; sin ninguna novedad. Es desesperante -dijo John-.

- Amigo, mi consejo es que sigas insistiendo un poco más y si no obtienes nada, deja el trabajo. No se puede trabajar en esas condiciones -dijo Daniel-.

- Seguro que encontraré algo mejor.


Teresa Ribello. 

domingo, 21 de abril de 2024

A la retaguardia

 Entre ellos, el sargento habló en nombre del rey porque necesitaba los servicios de Joe para que le arreglara unas esposas que no cerraban bien.

Joe tuvo que encender la forja. Empleó dos horas en hacer el trabajo. Todo en servicio de Su Majestad.


Joe se quedó más tranquilo, al comprender que las esposas no eran para él.

El sargento preguntó dónde quedaban los marjales. A lo que contestaron una milla.

Tenía órdenes de llegar allí antes de que anocheciera para coger a dos penados.

Joe propuso que todos acompañaran a los soldados a la caza de los acusados.

Joe se dispuso a llevar a Pip si lo aprobaba la señora Joe. Salieron el señor Wopsle, Joe y Pip a la retaguardia.


Teresa Ribello.

GG.EE., Charles Dickens

domingo, 14 de abril de 2024

EL CORTADOR DE JAMONES /// EL AGUARDIENTE SABE MAL

 El representante de piezas de jamón entró en la tienda con todos los instrumentos necesarios para hacer demostración de cómo había que cortar los jamones.

Había personas dispuestas y entusiasmadas para estudiar la lección y hincar el diente si fuese necesario, cuando llegase el momento.

La tienda enseguida se llenó de mujeres, hombres y niños.


No solo se hacía dicha demostración con el objeto de vender jamones en la propia tienda, sino también para prestar servicio como cortador de jamón profesional para bodas y eventos. Era maestro jamonero. Era asombroso ver de qué manera tan correcta cortaba el jamón aprovechando todas sus partes y todo su sabor.

En menos de una hora, el maestro terminó de cortar toda la pieza y hubo para todo el que por allí se acercó.

- Me gusta su sabor; no está demasiado salado.


Teresa Ribello.


                                                            *********


Pip había terminado de llenar la botella de aguardiente con la jarra llena de alquitrán.

El tío Pumblechook no quiso oír la palabra "alquitrán" y quiso olvidar lo sucedido, pidiendo agua caliente y ginebra, y así hacer desaparecer ese sabor tan horrible.


La hermana de Pip quiso que los comensales probaran el pastel de cerdo, regalo del señor Pumblechook.

Pip estuvo a punto de gritar en la mesa, a punto de que le oyeran todos los congregados. El caso es que Pip no estaba dispuesto a soportar aquella situación, así que echó a correr. Pero no pudo salir por la puerta porque topó enseguida con un grupo de soldados con unas esposas.

Teresa Ribello.

GG.EE., Charles Dickens.







Alimentos engañosos

De entre todos los productos de la lista de la compra para esa semana, observó que muchos de ellos eran de último lanzamiento y verdaderamen...