De entre todos los productos de la lista de la compra para esa semana, observó que muchos de ellos eran de último lanzamiento y verdaderamente no servían para mucho. Son esos productos que llaman la atención a primera vista, pero después te das cuenta que no tienen mucha utilidad o son alimentos de pocas cualidades para el cuidado de la salud.
- No todo lo que viene escrito en el envoltorio es verdad -dijo Silvia-. Hay que profundizar en los ingredientes y te darás cuenta que el producto no es demasiado sano.
- Es verdad, estas tortitas tienen un 33% de azúcar, lo que a mi diabetes le vendría fatal -dijo Fernando-.
- Y este chocolate no es totalmente puro, con lo que fastidiaría a mi colesterol -dijo Silvia-. Tenemos un concepto de la alimentación un poco distorsionada y comemos lo primero que nos entra por los ojos, sin saber que puede ser perjudicial para nuestra salud.
- Me estoy acordando ahora mismo de aquellas sopas tan ricas que hacía mi madre, cuando era pequeño. O aquellas croquetas hechas con tanto cariño. Mejorando lo presente, claro -dijo Fernando-.
- Ah, creí que te ibas a olvidar de mis magníficas recetas...dijo Silvia-.
Teresa Ribello.
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