Mientras estaban comiendo, Joe le dijo a Pip que la señorita Havisham quería que Pip viera a Estella, porque esta había vuelto a casa.
A Pip le ardía el rostro. Si Pip hubiera sabido cuál era el objeto de la visita de Joe, le hubiera recibido mucho mejor.
Eso era lo único que tenía que decirle; le deseó lo mejor y su intención era irse muy pronto.
Joe le dijo a Pip que ellos dos no eran personas de estar juntas en Londres, ni en otra parte, aunque fueran buenos amigos. Y que nunca más le vería con el traje que llevaba puesto, porque no le correspondía. Su sitio era la fragua.
Joe salió y se fue. Pip salió tras él, pero ya no pudo encontrarle.
Al día siguiente se dirigió a su ciudad y pensó que debía alojarse en casa de Joe, pero vio que era mejor alojarse en el Jabalí Azul, porque podría resultar molesto en casa de Joe, entre otras cosas, no le esperaban; además estaría demasiado lejos de la casa de la señorita Havisham.
Teresa Ribello
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